Hoy os traigo una receta especial para los peques. A veces cuesta un poquito que coman verdura. Sea por su textura, porque contiene mucha agua, o porque solemos prepararlo solo en puré o menestra, el calabacín es uno de los alimentos que no goza precisamente de fama entre los peques.
Os voy a enseñar como hacemos en casa para que el pirata lo coma. Bueno el y todos, por que esta receta nos encanta. Os aseguro que ningún niño le hace ascos a estas croquetas caseras de calabacín. Ni siquiera los que lo huelen a kilómetros. No es una comida para todos los días. Pero desde luego es mucho más sana que cualquier precocinado, congelado o incluso que las croquetas caseras con bechamel.
Paso a contaros los ingredientes necesarios para una docena de croquetas caseras de calabacín y cómo las hace la abuela novata:
Para el relleno:
- 1 calabacín mediano.
- 1 zanahoria.
- Jamón york al gusto.
- 4 quesitos.
- 2 huevos.
- Una pizca de pan rallado.
Para el rebozado:
- 2 huevos batidos.
- Pan rallado.
Cómo prepararlas:
- Rallamos el calabacín con un rallador normal y la zanahoria con un rallador mas fino. Lo dejamos reposar una hora en un escurreverduras con una pizquita de sal para que pierda el agua del calabacín.
- Pasado el tiempo, terminamos aplastandolo con un tenedor para eliminar la mayor parte de agua posible y lo echamos en bol.
- Agregamos los huevos, mezclamos bien y reservamos.
- Troceamos los quesitos. Cortamos el jamón york lo más fino posible. Y lo mezclamos todo junto con una pizca de pan rallado para que ligue bien.
- Lo incorporamos todo al bol y terminamos de mezclar la masa.
- Hacemos la forma de las croquetas y las pasamos el huevo y el pan rallado.
- Freímos.
Como veis esta receta es muy fácil de hacer. Os aseguro que la textura y el sabor poco tiene que envidiar a las croquetas tradicionales. Y al contrario que estas, tiene ingredientes mucho más sanos.
Espero que la probeis y que os guste tanto como a nosotros. Abrazos para tod@s.