La verdad que nunca pensé como serian los últimos días antes de dar a luz. Pensé mucho en el parto, en la eco 20, las pruebas decisivas para saber que todo iba bien, el momento de comunicarlo en el trabajo, la decisión de darme de baja, etc… Todas estas cosas me han dado muchas vueltas a la cabeza.
La primera cosa que me trajo de cabeza fue la obsesión con que las primeras semanas son las mas peligrosas, querría haber sabido cada minuto como evolucionaba todo, esta preocupación imagino que nos acompaña a todas durante el total del embarazo, pero a mi hasta la eco 12 no se iba de la cabeza ni un segundo, en la eco 12 ya ves a tu peque como un saltimbanqui, creo que es la mas impresionante de todas las ecos, por que es tan pequeño y se mueve tanto… Pasar el primer trimestre fue como llegar a la primera meta.
La segunda cosa fue comunicarlo en el trabajo, donde como en el 99,99% de los trabajos estas cosas no caen bien. Habré oído millones de quejas, «ahora va fulana y se queda embarazada», «a ver como recolocamos la plantilla», «menuda putada me ha hecho» (perdón por la expresión), ahora me tocaba a mi ser esa fulana, encima me acababan de formar para un nuevo proyecto, en el que seguro dejare de estar cuando vuelva. El día que decidí comunicarlo estaba muy nerviosa… Y ¿Sabéis que paso?, Nada, no paso nada, mi jefa me dio la enhorabuena y me dijo que no cogiera peso ni hiciera esfuerzos innecesarios. Aunque se de sobra que en su fuero interno y en el chascarrillo de la hora de la comer de los jefes se nombro a mi madre varias veces… Pero en verdad una vez que solté la carga, ya me dio igual, eso, la baja, lo que pensaran mis compañeros, alguna, madre de dos hijos por cierto (si las mujeres somos lo peor) me insinuó que la fastidiaba días libres al no poder dejarme sola. la gente somos así, pero después de decirlo me sentí mucho mas libre y estos detalles empezaron a darme exactamente igual. También empece a comprender la actitud de muchas compañeras en estos casos.
La baja definitiva fue otro momento que me puso nerviosa, pero fue un gran alivio cuando llego. Al poco de comunicar mi embarazo pille una gripe y me sentía demasiado débil. Estuve de baja unos días y al poco de reincorporarme comencé con la ciatica que nunca se ha ido, después un par de sangrados leves y muchas nauseas y mareos, ademas de complicaciones con la tiroides. Entre pitos y flautas trabaje muy pocos días entre medias de la comunicación del embarazo y la baja definitiva, que me dio la mutua en la semana 20 por riesgo laboral.
Después de pasar un verano terrible de mareos, bajadas de tensión y problemas varios, que cada vez que me acordaba de la expresión «dulce espera» se me ponía la cara de Jack Nicholson en el resplandor… Llego el tercer trimestre y con el por fin, la calma, solo necesitaba notar a mi bebe moverse para entrar en un estado totalmente «cen».
Ahora saliendo ya de cuentas, los días se me hacen muyyyyy largos, las noches aun mas, no dormir se ha convertido en la premisa de estos días, como si fuera un preludio de lo que viene. Aun así viendo el momento tan cerca, casi no me lo creo, que ya solo falten unos días, quizá horas y el pirata estará aquí. A pesar de saber que no podre ponerme la epidural no le tengo mucho miedo al parto, tengo tensión por que quiero que arranque ya, sea lo que sea que me espera, sea corto o largo, duela mas o menos, yo ya quisiera que se desencadenara en este mismo momento. A cada contracción esporádica pienso que puede estar empezando, me levanto al baño pensando si podría hacer la fuente de camino, como si fuera a suceder de pensarlo…
La abuela novata me llama a cada rato con una nueva excusa, creo que ella piensa que es muy sutil, pero se la ve el plumero de lejos. Delante del abuelo novato no puedo ni suspirar, por que me da miedo que me cargue en volandas hasta el hospital jajaja.
El padre novato le ha pillado la gracia a decirme a cada movimiento que hago, «¿Ya estas de parto?». Me dan ganas a veces de asesinarle y otras de grabarle en vídeo cuando le diga, pues si, estoy de parto.
Y así y escribiendo y desahogándome con vosotr@s se me pasan los últimos días, para los que no encuentro la palabra exacta que los describa, lo mas parecido es extraños, pero no es la palabra correcta. ¿Tal vez diferentes?
¿Y vosotros? ¿Como fueron vuestros últimos días? Papis y mamis y futuros… ¡Un abrazo para todos!